Si bien estamos ante momentos difíciles en la economía a nivel internacional, podemos hacer algunas conjeturas basándonos en experiencias de crisis anteriores. En anteriores situaciones económicamente difíciles como la del año 2001 el sector de la franquicia fue un sector privilegiado.
La mayoría de las franquicias salieron fortalecidas de la crisis y lo que es más importante los franquiciados capearon el temporal de una forma mucho más sólida. Las franquicias habían probado su bondad en época de crisis una vez más.
Las redes de franquicia siguen creciendo y en países más avanzados en este modelo como EEUU la fórmula de la franquicia ha crecido hasta casi duplicar el porcentaje de crecimiento de las empresas no franquiciadoras que operan en este país, la fórmula de la franquicia representa ya un 49,4 % de los negocios en estados unidos y un 60% en grandes superficies.
Las redes de franquicia siguen creciendo y en países más avanzados en este modelo como EEUU la fórmula de la franquicia ha crecido hasta casi duplicar el porcentaje de crecimiento de las empresas no franquiciadoras que operan en este país, la fórmula de la franquicia representa ya un 49,4 % de los negocios en estados unidos y un 60% en grandes superficies.
España está lejos de esa cifra todavía pero el futuro es prometedor. El emprendedor, el inversionista, debe volver la vista hacia la fórmula de las franquicias buscando establecerse en un negocio que lo autoemplee y le proporcione una estabilidad financiera más sólida que la que puedan ofrecerle un negocio tradicional.
El riesgo de emprender una aventura en una cadena de franquicias es menor cuando se cuenta con una imagen y experiencia previa, un negocio probado, y un asesoramiento y apoyo de una central.
Fuente: NegoConsulter
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